Primera lectura: Lectura de la profecía de Ezequiel (33,7-9):
Así dice el Señor: «A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la
casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma
de mi parte. Si yo digo al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", y
tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de
conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de
su sangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de
conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa,...