Washington.-Para sorpresa de sus seguidores, la joven bloguera Leah Libresco,
conocida por sus escritos sobre ética y religión desde una perspectiva
atea, anunció el 8 de junio en su blog "Unequally Yoked" (Yugo Desigual)
que ahora cree en Dios y tiene la intención de ingresar a la Iglesia Católica.
"Desde hace varios años, muchos amigos me decían que tenía una
filosofía incompatible e insostenible", escribió la autora en su blog
anunciando su intención de convertirse.
La escritora de 22 años de edad y graduada de Yale dice que llegó a creer "que la ley moral
no era sólo una verdad platónica, abstracta y distante. Resulta que yo
creía que era una especie de persona, así como la Verdad. Y hay una
religión que parece la forma más prometedora para alcanzar esa verdad
viviente".
En los últimos años, la escritora e investigadora -a pesar de su
ateísmo- desarrolló un particular interés en la moral cristiana,
desarrollada por autores como CS Lewis, GK Chesterton, y Alasdair
MacIntyre. Su blog muestra una crónica de su compromiso con las
afirmaciones teológicas cristianas.
Criada en un hogar no religioso, Libresco explica en una nota
biográfica que en la universidad se reunió por primera vez con los que
consideró "cristianos inteligentes" y se vio lista para interrogarlos
desde su perspectiva atea, pero encontró que había "algunas lagunas
importantes en mi defensa de mis propias posiciones."
"Me di cuenta que no tenía una idea muy clara de lo que el
cristianismo implica. Me sentí avergonzada y dije a mis amigos que
tenían la oportunidad de convencerme".
A través de su blog, la pensadora trató de probar sus argumentos
contra la creencia, y en esta búsqueda "la gente me hizo preguntas
difíciles y me obligó a quemar la escoria de mi filosofía."
Su odisea fue personal, filosófica y hasta implicó el fin de una
relación amorosa con un cristiano debido a su incompatibilidad de ideas
frente al matrimonio.
Leah afirma que exploró en serio las afirmaciones cristianas, a la
luz de su propia creencia en conceptos filosóficos, incluyendo la
moralidad objetiva. Fuente:aciprensa.com